La expansión pampeana de la soja no dejo de tener consecuencias, sobre todo, corporizados en un proceso de concentración de la tierra en grandes y medianos productores , ya que la racionalidad productiva imperante requería una economía de escala que dejaba fuera de juego a los pequeños productores. Estos debieron optar por continuar con los productores tradicionales, o bien, por arrendar sus campos a los productores sojeros aprovechando los altos precios que había adquirido la tierra.
Sin embargo, estos mismos precios impulsaron a los sojeros a expandirse hacia el norte, buscando tierras más baratas, si bien menos productivas y ubicadas en zonas de mayor riesgo climáticos. De esta forma la soja se expandió por el norte, tanto en el área chaqueña como en el borde andino del noroeste.
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